Un nueva explosión sacudió a Sri Lanka este lunes, un día después de la brutal ola de atentados que dejó un saldo de al menos 290 muertos y 500 heridos, cuando la policía intentaba desactivar una bomba en los alrededores de una iglesia católica.
La conflagración ocurrió a bordo de una camioneta que estaba estacionada a 50 metros del Santuario de San Antonio, una de las tres iglesias atacadas el domingo en Colombo, de acuerdo a la agencia Reuters.
Los especialistas de la policía local estaban intentando desactivar el artefacto cuando se reportó la explosión y la zona debió entonces ser evacuada, indicó un portavoz policial, según AFP. No se han informado hasta el momento víctimas.
“La camioneta explotó cuando la unidad de desactivación de bombas del Grupo de trabajo especial y la fuerza aérea trataron de desactivar el artefacto”, dijo un testigo citado por la agencia de noticias.
Este mismo lunes la policía de Sri Lanka descubrió 87 detonadores en una estación de autobuses Colombo.
“Se hallaron 87 detonadores en la estación de autobuses privada Bastian Mawatha de Pettah”, un barrio de la capital ceilandesa situado a medio camino entre los hoteles y la iglesia donde el domingo se registraron explosiones, anunció la policía en un comunicado.
Doce detonadores estaban desperdigados por el suelo y los otros 75 en un vertedero de basura cercano, precisó.
“No se ha detenido a ningún sospechoso. La policía de Pettah continúa su investigación”, prosigue el texto, refiriéndose al barrio de la capital donde se encontraron los detonadores.
Sri Lanka decretó este lunes la entrada en vigor del estado de emergencia a partir de medianoche (18:30 GMT) en aras de la seguridad pública y una jornada de luto nacional para el martes.
En solo unas horas el domingo, ocho explosiones sembraron muerte y desolación en varios hoteles de lujo y tres iglesias cristianas que celebraban la Pascual en varios puntos del país. Las fuerzas del orden detuvieron a 24 personas.
Las autoridades atribuyen la serie de atentados suicidas al grupo islamista local National Thowheeth Jama’ath (NTJ), que hasta el momento no los ha reivindicado aunque había reportes de que seguidores del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, en inglés) estaban festejando los ataques en redes sociales.