El gobernador Greg Abbott ordenó este viernes cerrar los bares y reducir la capacidad de los restaurantes a solo 50% de su operación normal, como medidas para intentar detener el rápido aumento de contagios de coronavirus y hospitalizaciones en las zonas urbanas de Texas.
También prohibió la actividad de paseos por ríos (river-rafting), una práctica muy popular entre los texanos durante el verano.
El gobernador también delegó más autoridad a los funcionarios locales para que puedan controlar reuniones masivas de personas, uno de los focos de infección de covid-19 más peligrosos.
Abbott dijo que estas instrucciones son “medidas enfocadas”.
Dijo que los especialistas médicos le informaron que la mayoría de los nuevos contagios han ocurrido en el tipo de negocios que determinó cerrar el viernes.
En las últimos días, el contagio de covid-19 se ha multiplicado en algunas zonas de Texas, sobre todo en las zonas metropolitanas de Houston y Dallas.