Ciudad de México.- México preocupó dos minutos a Argentina y luego deambuló el resto del partido en la derrota 2-0 en el Mario Alberto Kempes.
Un desempeño paupérrimo del Tricolor. El peor partido en este interinato de Ricardo Ferretti, quien ya dirigió cinco partidos y aún no logra que este Tricolor muestre un futbol prometedor.
Ramiro Funes Mori al 44′ e Isaac Brizuela con un autogol al 83′ sellaron el triunfo de la Albiceleste, la cual estuvo a años luz de ser brillante.
No hubo un solo mexicano que se salvara, que tuviera una nota positiva. El partido fue un concierto de pases laterales, de imprecisiones, de una falta de imaginación absoluta. Agustín Marchesín se ensució el suéter en los primeros minutos cuando Raúl Jiménez reventó la pelota en el travesaño y luego con el tiro flojo de Marco Fabián en el mano a mano; ahí se terminó el partido del Tri, con 91 minutos aun por jugar.
Al Tuca también será momento de hacerle cuentas. Ya son cinco partidos, de los que ha perdido cuatro. El equipo ni siquiera mostró personalidad. No hubo desbordes ni encare ni se mostró como un rival tozudo.
Una noche para el olvido porque hasta la habitual figura Guillermo Ochoa se amarró en el primer gol, al quedarse bajo los postes y no salir a cortar un centro, defecto que no ha corregido a lo largo de su carrera. En esa acción de Funes Mori, Diego Reyes perdió la marca; en Selección son más las ocasiones que el futbolista es criticado de aquellas que sale con una nota buena.