La unidad y la paquetería fueron trasladados a la subsede de la Fiscalía General de la República custodiado por agentes de la SEDENA, quienes junto con elementos federales y un ministerio público, realizaron la inspección al interior de los paquetes.
Sin embargo, al final se dieron cuenta que en realidad contenían químicos dirigidos a la embotelladora Coca-Cola, es decir, no se trataba de ningún tipo de droga.
Al quedar comprobado el contenido del cargamento, la unidad y el chofer fueron liberados para que continuará con su camino, ya que no existía delito que perseguir.