Diversos medios internacionales, como RT y teleSUR, han reportado el fallecimiento de Martine Moïse tras haber sido gravemente herida de bala en el atentado a la residencia privada del mandatario en Puerto Príncipe.
Por su parte, el presidente del Comité Olímpico de Haití, Hans Larsen, confirmó el deceso de la esposa del jefe de Estado mediante una llamada telefónica al programa Hoy Mismo, transmitido por el canal dominicano Color Visión.
El magnicidio se produjo en torno a la 1.00 a. m. (hora local), cuando “un grupo de individuos no identificados”, entre ellos “varios que hablaban español”, asaltaron la vivienda, de acuerdo al primer ministro interino, Claude Joseph, en un comunicado.
Joseph ha condenado este acto “odioso, inhumano y bárbaro” y ha llamado a la población “a la calma”. “La situación de seguridad del país está bajo control de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas”, dijo el primer ministro interino, quien confía en que “la democracia y la República vencerán” esta escalada de tensiones.
El asesinato de Moïse lleva al límite la grave crisis de seguridad que atraviesa Haití y que amenaza con provocar un vacío de poder, habida cuenta de que el presidente ya llevaba más de un año gobernando por decreto por la ausencia de un Parlamento electo.
Naciones Unidas ha advertido también que la violencia complica el reparto de la ayuda a Haití y ha dejado con poca o ninguna asistencia a miles de personas, a pesar de que estima que en total 1,1 millones necesitan algún tipo de auxilio para cubrir necesidades o servicios básicos.