Saltillo, Coah.– “La vida me dio una segunda oportunidad”, aseguró Héctor N, sobreviviente de la volcadura que llevó al coche en el que viajaba después de una parranda en Arteaga al segundo nivel de un puente en el distribuidor vial El Sarape, la madrugada de este domingo.
Mientras el vehículo Volkswagen Passat que conducía su mejor amigo, camino a casa, quedó totalmente destruido, ambos lograron salir con sólo algunas fracturas y la lección de su vida.
“Volamos desde el distribuidor lo único que pensé fue que al tocar el suelo moriría. Cuando me di cuenta que seguía vivo, salí del coche y pedí ayuda”, cuenta el joven de 20 años, quien se encuentra convaleciente en un hospital privado, con tan sólo una lesión en el hombro, una pequeña sutura en la sien y una fractura en el pie derecho.
Poco antes de caer desde un paso elevado del distribuidor vial, Héctor deslizaba su pulgar sobre el celular en busca de una pista que amenizara su camino a casa, luego de pasar la noche en compañía de sus amigos.
“Todo el tiempo estuve consciente, no me di cuenta cómo nos desviamos, fueron segundos antes de que estuviéramos en el aire y cayéramos al pavimento, pero estuve despierto todo el tiempo, pensando que en ese instante mi vida terminaría ahí; moriré, sólo eso pensé, nunca había visto la muerte tan cerca”, relató el joven.
“Al caer puse el pie por instinto, eso amortiguó el golpe y mi torso lo detuvo el cinturón de seguridad, mientras que mi amigo cayó sobre mí, no sé cómo estamos vivos. Antes me había tirado de un bungee y se siente igual, excepto que esta vez no sería sujetado”, dijo.
El pánico se apoderó de joven copiloto.
Héctor, el copiloto del auto que volcó desde lo alto del distribuidor vial El Sarape, relató la terrible experiencia que vivió.
Dijo que después del accidente salió de inmediato del coche a gatas para pedir ayuda y sacar a su amigo, pues lejos de molestarse por haber chocado, entró en pánico de saber que podría estar muerto.
“Unas personas me ayudaron, me alejaron del coche, pero yo gritaba el nombre de mi amigo y les pedía que lo salvaran. Uno de ellos me prestó su celular y le marqué a mis papás”, recordó Héctor.
Sin recuerdos
Estando lesionado sobre el pavimento recibió el regaño de su padre; pese a que se reportó con ellos para saber dónde estaba durante la noche, admite haber tomado un par de cervezas.
“Es un joven responsable, aunque no tanto por lo que pasó, pero es una lección y ya no hay cabida para los regaños, sino para agradecer a Dios que está vivo”, comentó la madre.
“Esto ni siquiera es suerte, me siento tranquilo, las personas nos han demostrado su afecto y preocupación, imaginando lo fatal, pero seguimos vivos y a salvo, porque incluso dijeron que me amputarían la pierna, pero estamos salvo”, agregó el joven, quien hizo un llamado a los jóvenes para evitar conducir aunque hayan bebido un par de cervezas, y respetar los límites de velocidad.
El conductor del vehículo se encuentra internado en el mismo nosocomio fuera de peligro, sus amigos aseguraron que hasta el momento no recuerda qué sucedió.
