La policía noruega informó este miércoles que al menos cinco personas murieron y otras han resultado heridas tras un ataque con arco y flechas cerca de la capital noruega, Oslo. El presunto atacante ha sido detenido.
El jefe de policía de la ciudad de Kongsberg señaló que hubo una «confrontación» entre agentes y el agresor, pero no entró en detalles. Otras dos personas resultaron heridas y fueron hospitalizadas en unidades de terapia intensiva, entre ellas un agente que estaba fuera de servicio y en el interior de la tienda donde se produjo el ataque, dijo la policía.
«El hombre que perpetró el acto ha sido arrestado por la policía, y no hay una búsqueda activa de más personas. Según la información que tenemos, hay una sola persona detrás de esto», dijo Oeying Aas.
La primera ministra en funciones, Erna Solberg, dijo que el ataque fue «grotesco», y aseguró que era demasiado pronto para especular sobre los motivos del agresor. El primer ministro designado, Jonas Gahr Stoere, que se espera que tome posesión del cargo el jueves, calificó el ataque como un «acto cruel y brutal» en declaraciones a la agencia de noticias noruega NTB.
La policía fue alertada sobre el ataque alrededor de las 18:30 hora local y el sospechoso fue arrestado unos 20 minutos después. La comunidad está a 66 kilómetros (41 millas) al suroeste de Oslo.
De acuerdo con la policía, el sospechoso caminó por la ciudad disparando a la gente con flechas. El agresor aún no ha sido interrogado, añadió Aas.
Las autoridades de la ciudad invitaron a aquellos afectados por el ataque, así como a sus familiares, a reunirse en un hotel local.
El ataque se produjo más de una década después que Anders Behring Breivik, un extremista derechista, detonó una bomba en el distrito gubernamental de Oslo y posteriormente llevó a cabo una masacre a tiros en un campamento de verano de la organización juvenil del izquierdista Partido Laborista en la isla de Utoya. La jornada de violencia del 22 de julio de 2011 dejó 77 muertos y conmocionó a Noruega.
Breivik fue sentenciado a 21 años de cárcel, la pena máxima según lo establecido en la ley noruega, pero su condena puede prolongarse mientras sea considerado como un peligro para la sociedad.
Ataque con flechas deja al menos 5 muertos en Noruega
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