Guanajuato encabezó la lista de los estados más violentos con 32 carpetas de investigación abiertas por homicidio doloso.
Ciudad de México.- El Gabinete de Seguridad sumó 260 personas asesinadas entre el 9 y el 12 de agosto, días en los que se reportaron narcobloqueos y ataques a comercios y automovilistas en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California.
Guanajuato encabezó la lista de los estados más violentos con 32 carpetas de investigación abiertas por homicidio doloso, seguido de Chihuahua con 23; Estado de México con 22; Michoacán con 20 y Jalisco y Baja California, ambos con 16, según cifras oficiales.
En cuanto a tasas por cada 100 mil habitantes de víctimas de homicidio doloso, Colima es primero con 57.84, seguido de Zacatecas con 37.59; Baja California con 34.72; Michoacán con 29.06; Sonora con 27.84; Morelos con 26.61; Guanajuato con 24.73, Chihuahua con 24 y Quintana Roo con 16.01.
“En materia de seguridad vamos muy mal, la verdad es que este gobierno ha sido absolutamente omiso y absolutamente deficiente, y eso sucede en medio de una discusión de quién tiene el mando de la Guardia Nacional y que el subsecretario de Seguridad (Ricardo Mejía) ande en actos de campaña en Coahuila, esta serie de fallas tiene costos y estos costos los acabamos pagando los ciudadanos”, reclamó Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).
Rivas cuestionó sobre la inteligencia y la seguridad federales para anticipar hechos delictivos como los ocurridos en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California, que causaron terror y zozobra entre la población.
“¿Cómo es que nada de esto se pudo prever, nadie hizo absolutamente nada, yo no recuerdo una situación como la de ahora, de un ataque sobre otro ataque y en estados distantes. No hay estrategia de seguridad, hemos insistido en eso, no hay proyecto, una claridad en la seguridad, existe una falta de visión; sólo hay un discurso, pero no Inteligencia, no hay la capacidad de prever estos hechos sucedan, y además no hay coordinación con los gobiernos locales”, consideró Rivas.
Entre el martes y miércoles pasados, los municipios de Zapopan, en Jalisco; Irapuato, Silao, Celaya, San Francisco del Rincón y León, en Guanajuato, fueron azotados por narcobloqueos y ataques a tiendas -principalmente Oxxos-, además de gasolineras.
La violencia se desató luego que el Ejército detectó una reunión de lugartenientes del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Ixtlahuacán.
Los enfrentamientos entre gatilleros y militares, aunado a los bloqueos, permitieron la fuga de los presuntos líderes criminales, entre ellos, Ricardo Ruiz, alias “El Doble R”.
El jueves, una riña en el Cereso de Ciudad Juárez entre dos bandas rivales detonó una ola de ataques de una treintena de sicarios que agredieron a balazos a civiles e incendiaron negocios y vehículos.
El viernes, los ataques incendiarios se desataron en Baja California y Guanajuato.
En Tecate, Tijuana, Playas de Rosarito, Mexicali y Ensenada hubo al menos 24 actos violentos, en los que criminales bajaron a personas de sus vehículos para atravesarlos sobre vías y prenderles fuego.
En Guanajuato, por segunda vez en la semana, integrantes del crimen organizado cerraron vialidades y quemaron vehículos.
Las acciones de sabotaje siguieron a un enfrentamiento entre hombres armados y policías del estado en la carretera Celaya-Juventino Rosas.
En Guanajuato y Baja California circularon mensajes en redes sociales atribuidos al CJNG que alertaban sobre toque de queda durante el fin de semana.