Comenzaron el 2022 con la ilusión de alcanzar el quinto partido, pero terminaron con la peor actuación en una Copa Mundial
Ciudad de México.- Cuando terminó el juego entre la Selección Mexicana y Arabia Saudita, en la Copa del Mundo, también acabó el suplicio que se vivió durante 2022.
Fue un año terrible en prácticamente todas sus categorías y se coronó con no poder avanzar a octavos de final en el Mundial, lo que no sucedía desde Argentina 1978.
Esto se veía venir, y muchos factores se sumaron: Lesiones de varios futbolistas considerados clave, un técnico que nunca se dio cuenta del mal momento que vivía el equipo, decisiones ilógicas en la cancha y una crisis en la Federación Mexicana de Futbol.
El estado físico de los futbolistas es lo que más preocupa a un director técnico, y esto se presentó en el momento menos adecuado.
Quizá, lo que más dolió a Gerardo Martino fue el caso de Raúl Jiménez. El delantero del Wolverhampton se recuperó de aquella fractura de cráneo de finales de 2020, pero cuando buscaba retomar el ritmo futbolístico, se presentó una pubalgia que lo puso con un pie fuera de la Copa del Mundo.
Por si fuera poco, en agosto, Jesús Manuel Corona sufrió una doble fractura de peroné y ligamentos en el tobillo izquierdo.
Duros golpes que se unieron al crudo diagnóstico del Tata antes del Mundial: El equipo perdió la chispa, el buen juego que tuvo en la primera parte de su era.
El discurso del argentino sólo se basaba en la esperanza de sacar la casta en Qatar.
Y a mitad de año, la FMF se cimbró. Tropiezos deportivos afectaron y se dieron varios cambios.