Tras la presión de los padres y parte de la sociedad, las autoridades finalmente admitieron que se trató de un ataque deliberado
Irán.- Al menos 650 estudiantes femeninas en Irán fueron envenenadas con gas tóxico desde noviembre, en lo que muchos sospechan que ha sido un intento deliberado de forzar el cierre de sus escuelas.
Un alto funcionario del gobierno finalmente admitió que las atacaron de forma deliberada.
Ninguna de las niñas ha muerto, pero decenas fueron ingresadas en hospitales con problemas respiratorios, náuseas, mareos y fatiga.
“Se hizo evidente que algunas personas querían que se cerraran todas las escuelas, especialmente las de niñas”, declaró el viceministro de Salud de Irán, Younes Panahi, en una conferencia de prensa el 26 de febrero.
Envenenadas con químicos
Hasta entonces la única declaración oficial era que el fiscal general había abierto una investigación penal sobre el envenenamiento y que este podría ser “intencionado”.
En los últimos tres meses las colegialas aseguraron haber percibido olor a mandarina o pescado podrido antes de enfermar.
“Los productos químicos empleados no son de uso militar y están disponibles al público”, indicó el viceministro Panahi.
Agregó que las víctimas “no necesitan tratamiento invasivo y hay que mantener la calma”.
Después matizó que su declaración había sido “malinterpretada”, una señal de división entre de las autoridades sobre cómo manejar el malestar social cuando no se ha señalado públicamente a un culpable.
La ciudad santa de Qom es el epicentro del envenenamiento masivo, pero los ataques se han producido en hasta ocho localidades de Irán.
El descontento público sigue en aumento en el país.
Padres y madres indignados
El primer incidente se produjo el 30 de noviembre de 2022, cuando 18 alumnas de la escuela técnica Nour en Qom fueron trasladadas al hospital tras mostrar signos de envenenamiento.
Desde entonces se reportaron ataques en más de 10 escuelas femeninas en la provincia.
A mediados de febrero, un grupo de más de un centenar de personas protestó frente a la oficina del gobernador en Qom.
“¡Está obligado a garantizar la seguridad de mis hijos! Tengo dos hijas”, gritaba un padre en un video ampliamente difundido en las redes sociales.
“Dos hijas… y lo único que puedo hacer es no dejarlas ir a la escuela”.
“¡Esto es una guerra!”, exclamó una mujer en la misma reunión. “Están haciendo esto en una escuela secundaria femenina en Qom para obligarnos a permanecer en casa. ¡Quieren que las niñas se queden en casa!”.
Algunos padres aseguran que sus hijas estuvieron enfermas durante semanas después del envenenamiento.
Un video filmado en un hospital muestra a una adolescente aturdida en una cama con su madre al lado.
“Queridas madres, soy madre; mi hija está en una cama de hospital y sus extremidades están débiles”, explica, angustiada.
“La pellizco, pero no siente nada. Por favor, no envíe a sus hijas a la escuela”.
Una ciudad muy religiosa
Los ataques se han concentrado en Qom, hogar de los líderes religiosos chiítas y columna vertebral de la República Islámica.
La teocracia iraní ha visto su poder cuestionado desde la muerte bajo custodia policial de la joven kurda Mahsa Amini el pasado septiembre por supuestamente no llevar bien colocado el velo.
Algunos iraníes se preguntan si las agresiones son una venganza por el papel de las niñas y adolescentes en las protestas masivas contra el gobierno tras el caso Amini.
En aquel momento las redes sociales se inundaron de imágenes de estudiantes quitándose los pañuelos de la cabeza.