Familiares, amigos y vecinos se reunieron el viernes frente a su casa para darle el último adiós
Monterrey, NL.- Raúl, un joven de 30 años que tenía Síndrome de Down, era una persona que siempre estaba sonriente, le gustaba jugar con las personas y pasear por el mercado ambulante de la Colonia Renacimiento, en García.
“Sapito” como era conocido, no se metía en problemas y mucho menos estaba involucrado en actividades ilícitas, coinciden vecinos del sector, quienes consideran que su ejecución pudo tratarse de una confusión.
Es un angelito que no tenía por qué haber muerto”, afirmó Irma Cadena, que vive cerca de donde la noche del jueves un pistolero asesinó de tres balazos a Raúl.
Casi toda la Colonia lo conocía, él no hacía nada malo”, aseguró Noemy Mota, vecina del sector.
Familiares, amigos y vecinos se reunieron el viernes frente a su casa para darle el último adiós.
El Municipio de García apoyó con un camión para que las personas se pudieran trasladar hasta Santa Catarina, en donde fue sepultado.
De acuerdo con residentes de la Colonia Renacimiento, Raúl solía pasar su tiempo en mercados ambulantes, en la iglesia o tomando refresco en una tienda de abarrotes.
Por su carácter alegre, algunas personas lo invitaban a comer sus casas o le daban para que comprara alimentos.
Él no se metía con nadie, parecía un niño”, recordó Ruby Marín, vecina del sector, “era bien acomedido, nos visitaba en el mercado para que le diéramos para su coca y no le faltara”.
Una fuente allegada al caso reveló que hasta ayer los agentes de la Fiscalía que investigan el caso hasta ayer no habían encontrado indicios de que el joven estuviera relacionado con algún ilícito.
Aún está en etapa de investigación, pero al momento no hay indicios que los vinculen con conductas delictivas”, sostuvo el informante.
Según testimonios recabados, él se dedicaba a hacer mandados y ese día había salido a hacer una compra a una tienda cercana”.