Tres de las cadenas departamentales más grandes del país atraviesan un periodo complejo: Liverpool, Sanborns y Palacio de Hierro registran menores ganancias debido al incremento sostenido de sus costos operativos y a un consumo que muestra señales de desaceleración.
En el caso de Liverpool, la empresa ha logrado mantener un ritmo estable de ventas; sin embargo, los gastos en logística, transporte, personal y operación de tiendas han aumentado a un ritmo mayor, reduciendo sus márgenes. La presión también afecta a Suburbia, parte del mismo grupo, que enfrenta mayores costos de operación en un mercado más competido.
Sanborns vive una situación similar. Sus ingresos crecen de manera moderada, pero no compensan el incremento en gastos fijos y administrativos. La menor rotación de mercancía y una demanda más débil en algunos segmentos han limitado su rentabilidad.
Palacio de Hierro, orientado al consumo de lujo, tampoco escapa a este escenario. El alza en costos de operación, sumado a un consumidor más cauteloso, ha impactado negativamente sus utilidades. Aunque mantiene flujo de clientes, el gasto promedio por visitante ha disminuido en comparación con años anteriores.
En conjunto, las tres compañías enfrentan el reto de ajustar estrategias para proteger sus márgenes, ya sea mediante eficiencias internas, ajustes a inventarios o reconfiguración de su estructura operativa. El sector departamental, que históricamente ha sido un motor del consumo, ahora opera bajo una presión que podría extenderse hacia 2026 si el entorno económico no mejora.


