«Nuestros agentes están comprometidos con la seguridad de nuestras comunidades y trabajan incansablemente cada día para evitar que personas peligrosas ingresen al país.» dijo Matthew Hudak, sub jefe de la Patrulla Fronteriza en este sector.
En el primer caso, ocurrido el pasado 23 de septiembre, los agentes federales en Eagle Pass arrestaron al ciudadano mexicano, Ramiro Castañón Arredondo, de 28 años, por ingresar ilegalmente a los Estados Unidos. Los registros revelaron que este hombre fue condenado por agresión sexual de un menor en Dallas en 2015 y fue expulsado del país en diciembre de 2016.
En otro caso, el mismo día, agentes de la estación Uvalde detuvieron al hondureño Carlos García Serrano, de 28 años, también por ingresar ilegalmente a los Estados Unidos. En 2011, Serrano fue declarado culpable de tener relaciones sexuales con un menor en Los Ángeles, por lo que fue deportado en febrero de 2013.
Ambos enfrentan enjuiciamiento por reingreso ilegal después de la deportación, que conlleva una sentencia máxima de 20 años en prisión.
Todas las personas arrestadas por la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos se someten a controles de antecedentes penales usando datos biométricos para garantizar que las personas con antecedentes penales o afiliación a pandillas sean identificadas positivamente.