La señora Catylia Chaires, comerciante de la pulga de la avenida Miguel Garza y Bordo Norte e Piedras Negras, manifestó que ella, junto con 15 vendedores más, aceptaron ser reubicados al nuevo espacio que se encuentra cercano, porque percibieron que estarían mejor, además de que personas ajenas al municipio les empezaron a cobrar una fuerte suma de dinero en el lugar en que, por muchos años, se dedicaron a vender artículos de medio uso.
«Estamos bien, estamos agusto, al ver nosotros que íbamos a estar mejor acá, tomamos la decisión de venirnos», externó.
Manifestó además que se retiró del antiguo lugar en desacuerdo de cobros que empezó aplicar una compañera de nombre Aida Montiel, quien les pidió 4 mil pesos para un abogado que según se contrataría para pelear al municipio la posesión del terreno de la antigua pulga.
Además, se les exigía el pago de 35 pesos diarios por el sábado y domingo, y 40 pesos para la señora que barre el lugar.
«Y no era por parte del municipio, era por parte de ellos, y además nos cobraban 50 pesos para ir a Monclova a hablar con una regidora de MORENA, porque formaron una mesa directiva y decían que era voluntaria la aportación, pero si uno no pagaba, no te dejaban poner a vender», señaló.
Catylia Chaires agregó que esas personas que les empezaron a cobrar corrieron a uno de los vendedores en condiciones de discapacidad, solo porque no tenía dinero para pagarles, lo cual consideró injusto.
