La policía de la localidad de Tennessee informa que el asesino está muerto
Ciudad de México.- Una escuela en algún lugar de Estados Unidos y un asesino que abre fuego sobre víctimas indefensas. La historia, dolorosamente familiar en un país arrasado por una epidemia de violencia armada, se repitió este lunes. Esta vez, en Nashville (Tennessee). Esta vez, según indican las primeras informaciones, con al menos cuatro muertos, incluido el asesino.
Las otras víctimas son, según un portavoz de un hospital de Nashville, tres niños del colegio Covenant, un centro privado de educación presbiteriana, cuyos alumnos van desde preescolar hasta sexto grado (11 años).
Las alarmas saltaron al final de la mañana, con un tuit del Departamento de Bomberos de la ciudad del centro del país. “Estamos respondiendo a un agresor activo en la escuela Covenant”, decía. El mensaje pedía a los padres que no se presentaran en el lugar, donde los hechos estaban “aún en marcha”. Por el mismo medio, los bomberos avisaron después a los padres de que se había establecido un “lugar de reunificación” con sus hijos en una Iglesia Baptista cercana al colegio.
Fue la cuenta de la la policía local en la misma red social la que confirmó poco después que el presunto asesino había muerto. No está claro si lo mataron o se suicidó.
El incidente comenzó poco antes de las 10:30, cuando el teléfono de emergencias recibió una llamada desde la escuela.
En el ánimo colectivo estadounidense está aún fresca la tragedia que arrasó el pasado 24 de mayo con la escuela de primaria de la pequeña localidad de Uvalde, en Texas. Entonces, murieron 19 niños y dos profesoras a manos de Salvador Ramos, un joven de 18 años, vecino del pueblo. Se presentó armado con una pistola y un rifle de asalto semiautomático y, según el relato de las autoridades, “comenzó a disparar a quien estuviera en su camino, sin importar si eran niños, maestros o adultos”, antes de que la policía lo matara.