La peligrosa banda venezolana Tren de Aragua, de origen chavista, se enfrenta a las pandillas locales, desatando el temor de una guerra territorial en los barrios del sur de la ciudad.
Según líderes comunitarios, la presencia de estos criminales ha encendido las alarmas, ya que están invadiendo territorios controlados históricamente por pandillas afroamericanas.
Exmiembros de pandillas y residentes advierten que, si la situación sigue escalando, Chicago podría convertirse en un campo de batalla sin precedentes. “Cuando las pandillas negras se cansen de las actividades criminales de estos migrantes, Chicago va a arder”, alertó Tyrone Muhammad, ex pandillero y ahora activista.
Los pandilleros locales están frustrados por la impunidad de la que gozan los miembros del Tren de Aragua, quienes, armados y organizados, están imponiendo su dominio. Mientras la ciudad intentaba reducir la violencia, la llegada de estos grupos ha generado un clima de tensión que podría desencadenar una nueva ola de enfrentamientos.