En el país hay más de 3 mil locales que ofrecen, ilegalmente, servicios funerarios desde las afueras de los hospitales, en donde familiares lloran la pérdida de enfermos por Covid-19
En la Fase 3 de la contingencia sanitaria por COVID-19, se han detectado un mercado negro de servicios funerarios que opera a las afueras de los hospitales; aprovechan la tragedia y la urgencia que provoca el coronavirus.
El Consejo Mexicano de Empresas Funerarias (Comesef) denuncia que a nivel nacional hay alrededor de 3 mil locales o pseudo agencias funerarias que ofrecen servicios incompletos que alcanzan un costo de hasta 50 mil pesos, aprovechando la necesidad, tristeza y desconcierto de las familias que pierden a un ser querido.
Otros, ofrecen el traslado de un cuerpo por 10 o 15 mil pesos, pero después el servicio incrementa de precio con la realización de trámites legales, la preparación del cuerpo, el mantenerlo en un refrigerador para después, llevarlo al horno de cremación.
La Comesef señala que estos “changarros” no cuentan con la infraestructura ni la profesionalización y mucho menos los protocolos para atender a personas fallecidas por Covid–19, lo cual, se convierte además en un foco de infección.
“Los afectados son las familias que se ven sorprendidas porque confían en una funeraria que les promete algo y no les cumple. En cuanto a tiempos, la sorpresa de los costos, que le dice a las familias, bueno pues yo le hago su servicio funerario por 10 mil pesos, pero en esos 10 mil pesos no están incluidos los trámites entre dependencias gubernamentales; no tienen donde cremar”, aseguró Manuel Ramírez, integrante del consejo.
“Invito a todas las familias que se acerquen a funerarias serias. Un servicio de COVID completo sin ninguna sorpresa cuesta 24 mil 500 pesos. Recoger a tu ser querido, garantizar el cerco sanitario, el poder preservar el cuerpo de forma correcta, el hacer los trámites ante dependencias gubernamentales, el cremarlo, y entregarlo en una urna. No hay que lucrar con esta situación, es un precio estándar”, indico Manuel Ramírez, quien también es director general de García López.
En la CDMX la Comesef estima que operan de manera irregular, por lo menos, 30 crematorios que rebasan los contaminantes permitidos por la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema): 120 miligramos por metro cúbico para las partículas suspendidas de monóxido de carbono y de 180 para los óxidos de nitrógeno.
Manuel Ramírez aseguró los informales funerarios, ya están rebasados aún antes de llegar al pico de la emergencia en esta Fase 3 , porque no cuentan, insistió, con hornos crematorios propios, ni salas de preparación.