En esa entidad Calderón lanzó su primer Operativo Conjunto, poco después de asumir como Presidente de la República.
La importancia para que el Estado asumiera el control de la entidad era simbólica para Calderón Hinojosa por su apuesta en la llamada lucha antinarco. Pero no lo conseguía, ni con la irrupción del Ejército ni después con la de la Policía Federal comandada por García Luna.
La reacción de La Familia Michoacana a la captura de uno de sus cabecillas detonó una estela de violencia y mucha más confrontación.
El gobierno de Calderón, a través de la Policía Federal, señaló entonces a Rueda como el tercero en importancia en la jerarquía del grupo criminal, sólo por detrás de Nazario Moreno El Chayo, y José de Jesús Méndez, El Chango.
De ahí que a consecuencia de la detención, las células de sicarios de La Familia Michoacana atacaran a elementos de la Policía Federal y el Ejército en Michoacán, Guerrero y Guanajuato.
Ese 11 de julio de 2009, Rodolfo Cruz, entonces coordinador de la Policía Federal, remarcó que Rueda, además de ser el brazo derecho de El Chayo, era el responsable de la designación de los jefes de las plazas de la organización criminal, tareas jurídicas y financieras, así como las estrategias de distribución de estupefacientes tanto en el país como fuera de él.
Por si fuera poco, el funcionario atribuyó a La Minsa la responsabilidad del control de las redes de protección de las que disponía la ahora extinta Familia Michoacana, al menos como estaba configurada en ese entonces.
Ese era el perfil que trazó la Policía Federal de García Luna sobre Rueda Medina, el líder de La Familia Michoacana, que en palabras del entonces presidente del Senado, el panista Gustavo Madero, señaló que “tenemos que reconocer que los intentos de rescate y las agresiones armadas a la policía constituyen un desafío al Estado”.
El 11 de abril de 2018, Rueda fue condenado a 43 años y 4 meses de prisión por tráfico de drogas, según informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Rueda fue extraditado el 27 de enero de 2017.
La Minsa fue juzgado en Texas, y García Luna, quien encabezó el operativo para capturarlo, enfrenta actualmente un proceso en Nueva York.