El líder del proyecto, el Dr. Qin Chuan, reveló al diario «The South China Morning Post» que su equipo médico infectó a cuatro monos rhesus con el COVID-19, los cuales comenzaron a mostrar signos de la enfermedad tres días después, como fiebre, incapacidad pulmonar y pérdida de apetito.
¿Cómo funciona la vacuna contra el COVID-19?
Cumplidos siete días del experimento, uno de los cuatro monos fue sacrificado al esparcirse el virus por todo su cuerpo, desde la nariz hasta la vejiga, con los daños más notables en el tejido pulmonar y tracto respiratorio.
Los tres macacos que quedaron con vida mostraron recuperación total en sus órganos tras las aplicaciones de la vacuna y fueron declarados «curados» por el cuerpo médico del Dr. Qin Chuan. Además, los primates que recayeron lo hicieron con muchísimos menos problemas que los que no habían sido vacunados.