Hay jugadores que se visten de héroes cuando su equipo más lo necesita y es el caso de Cristian Calderón, quien sufrió demasiado en este torneo por la poca actividad con Chivas y en la Liguilla fue el que le dio el pase a las Semifinales eliminando al América con tres golazos en la serie de dos partidos para ganar la serie por un global de 3-1.
El Chicote, en el Akron, dio una muestra de su compromiso, de lo diferente que puede ser dentro del campo con el golazo que trajo a la capital del país con la ventaja y en el Estadio Azteca terminó por ser, otra vez, el que definió con dos goles memorables.
América era el obligado en esta Vuelta, era el que debía mostrar hambre y corazón, pero el equipo del Piojo nunca tuvo nada de eso, careció de todo, incluidas las ideas para poder hacer algo dentro del campo.
Esa falta de ambición de las Águilas la aprovechó a la perfección el equipo de Víctor Manuel Vucetich, que en la cuestión táctica borró al Piojo y con la sorpresiva inclusión de Oribe Peralta en la delantera rojiblanca le dio mucha vida al Rebaño, pues por sus pies pasó la pelota antes de que el Chicote Calderón fulminara a Memo Ochoa.
Las Águilas dejaron el corazón quién sabe dónde y Chivas sí lo llevó al Azteca. El gol del Rebaño no pegó en lo más mínimo en el orgullo de los azulcremas porque este tampoco llegó al Coloso de Santa Úrsula.
Eran tres goles los que requería el América para avanzar, pero por lo hecho dentro del campo era imposible hacer algo y una muestra fue cómo el Guadalajara le paseó la pelota y si el marcador no fue más abultado fue porque no quisieron porque opciones tuvieron.
El infarto al corazón americanista terminó por ser fulminante con otro golazo del Chicote Calderón, ni la medicina más avanzada podía revivir ese corazón lastimado, incluso ni el gol de Henry Martín a 13 minutos del final del encuentro.
Chivas elimina al América por tercera ocasión en una Liguilla y en las dos anteriores que lo había hecho llegó hasta la Final, en la Temporada 82-83 y en el Apertura 2006.
