Madrugan a Lorenzo, lo brincan en la compra de unidades
El día de hoy, el Consejo Municipal del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS) se vio envuelto en una controversia tras la autorización de la adquisición de vehículos y equipamiento de proveedores previamente seleccionados, lo que ha generado serias dudas sobre la transparencia del proceso.
La reunión fue encabezada por el alcalde Jacobo Rodríguez y el gerente Lorenzo Menera, quienes revisaron la eficacia operativa correspondiente al mes de febrero y analizaron los estados financieros del organismo. Durante esta sesión, se aprobó una modificación al presupuesto de egresos para 2025, permitiendo la reasignación de recursos destinados a la compra de 10 camionetas y 2 automóviles nuevos, así como medidores y válvulas, elementos esenciales para mejorar la infraestructura hídrica de la ciudad.
Sin embargo, la decisión más polémica fue la autorización para la compra de una retroexcavadora y un camión vactor usados, propiedad de la ex alcaldesa de Muzquiz. Estos vehículos serán empleados en labores de mantenimiento y reparación de la red de agua y drenaje, lo que ha levantado sospechas sobre un posible conflicto de interés y favoritismo hacia ex funcionarios de Morena.
La situación ha suscitado críticas entre los ciudadanos y miembros de la oposición, quienes cuestionan la falta de transparencia en el proceso de selección de proveedores y la necesidad de adquirir equipos de segunda mano, especialmente de figuras políticas del mismo partido. La comunidad espera una explicación más clara sobre estos movimientos y una garantía de que se priorizará el bienestar público y la eficiencia en la gestión de recursos.
Además, se ha reportado que Lorenzo Menera, en su papel como gerente de SIMAS, enfrenta desafíos internos, ya que algunos miembros del entorno del alcalde, incluyendo a la tía de Jacobo y el Ingeniero Aguirre, parecen estar tratando de socavar su autoridad y hacer que quede mal ante la opinión pública. Esta situación ha complicado aún más el clima de confianza dentro del organismo y ha generado un ambiente de tensión.
La adquisición de estos vehículos y equipamiento se presenta como una solución necesaria para mejorar los servicios de agua y drenaje en la ciudad, pero la forma en que se está llevando a cabo ha dejado un sabor amargo entre los ciudadanos, quienes exigen mayor claridad y responsabilidad en el manejo de los recursos públicos. La controversia sigue creciendo, y muchos se preguntan si realmente se está actuando en beneficio de la comunidad o si hay otros intereses en juego.
