Piedras Negras, Coahuila – En una reciente conferencia matutina, el alcalde de Piedras Negras, Jacobo Rodríguez, conocido como “MR” y apodado “El Mayor de las Ranas”, desató la polémica al justificar su asistencia a un concierto de música que hace apología al delito. “Yo hago lo que se me da la gana con mi tiempo libre”, afirmó, minimizando las críticas que ha recibido por su participación en el evento realizado en Guadalupe, Nuevo León.
Rodríguez, quien ha estado en el centro de controversias por sus vínculos con figuras cuestionables, defendió su presencia en el espectáculo, donde coreó temas del cantante Fidel Castro, del grupo Marca Registrada, y de Gabito Ballesteros. Ambos artistas han sido señalados por hacer apología al delito, lo que ha llevado a cuestionar el juicio del alcalde en cuanto a sus relaciones públicas.
“Al final del día, yo soy un empresario. Me gusta relacionarme con personas”, comentó Rodríguez, lo que llevó a muchos a preguntarse sobre el tipo de personas con las que se asocia. En particular, se ha señalado su cercanía con Víctor de los Santos Múzquiz, conocido por su implicación en redes de narcotráfico y considerado un operador clave del líder criminal Heriberto Casas, alias “El Buda”. Múzquiz está vinculado al contrabando de combustible y a la familia de “El Mamito”, exmiembro del cártel de Los Zetas.
Las declaraciones del alcalde fueron vistas como una falta de sobriedad institucional. Rodríguez presumió su amistad con los cantantes mencionados, quienes fueron contratados con recursos públicos para presentarse en la pasada Feria del Norte de Piedras Negras 2025, un evento que generó cifras millonarias.
“Fidel Castro y Gabito Ballesteros hoy en día son buenos amigos. Son jóvenes sanos, al final del día no me importa, no me importa”, expresó Rodríguez, minimizando las preocupaciones sobre el mensaje que sus amistades transmiten.
En un intento de deslegitimar las críticas, el alcalde comparó la música de sus amigos con productos legales nocivos, afirmando: “También los Oxxos venden cerveza y cigarros y matan gente”, sugiriendo que cualquier contenido puede ser cuestionado, incluso la música romántica que, según él, promueve la depresión.
Rodríguez reiteró que su asistencia a conciertos no afecta su papel como funcionario, defendiendo su derecho a disfrutar de su tiempo libre: “Yo tengo mi horario de trabajo, así como lo tiene la policía, así como lo tienen los bomberos. Vuelvo a repetir: yo hago lo que se me dé la gana con mi tiempo libre y yo no soy esclavo de nadie”, insistió.
Estas expresiones reflejan una postura que prioriza sus relaciones personales y conveniencias privadas sobre la imagen de la administración municipal, lo que ha generado un creciente descontento entre los ciudadanos de Piedras Negras. La controversia plantea serias preguntas sobre la ética y la responsabilidad en el ejercicio del poder público.