La delincuencia está cazando los camiones pesados que transportan ropa, tenis, zapatos, juguetes, tecnología…
Ciudad de México.- Trabajar en las fechas decembrinas y de fin de año es peligroso y hasta “mortal”, según Gerardo Valencia, un trailero con más de 20 años de experiencia. Sabe que la delincuencia está cazando los camiones pesados que transportan ropa, tenis, zapatos, juguetes, tecnología y ahora también artículos de farmacia y medicinas.
Circular por el Arco Norte es “un atraco seguro” y solitario, advierte. Aunque debería ser una zona vigilada durante todo el trayecto y, sobre todo, cuando sucede un incidente, lo conducente sería que apareciera una patrulla de la Guardia Nacional; pero nunca lo hace.
““Ahora es cuando se pone sabroso. Todos sabemos eso: los patrones, nosotros los traileros, nuestras familias y hasta los malandros; todos menos la policía”, dice mientras ríe.
Pero no queda de otra. Alguien tiene que hacer que los productos lleguen a las tiendas, aunque en eso se nos vaya la vida”, cuenta el trailero, quien en estas fechas se siente como una especie de Santa Claus, pues lleva a todos lados “el regalo prometido”.
Gerardo trabaja para una empresa transportadora que distribuye ropa, abarrotes, materiales para construcción, medicamentos y otros artículos en toda la Ciudad de México y área conurbada. Los propietarios de la empresa, por temor a represalias, solicitan el anonimato.
La compañía está consciente de que en estas fechas al menos un tráiler a la semana será robado y todo el producto de carga terminará en los tianguis, tiendas de segunda o incluso en el Marketplace de Facebook.
“Esas pérdidas ya las tenemos consideradas. Las cubre el seguro, pero lo que no se prevé es que nos maten a uno de los choferes”, dice uno de los socios que radica en Villa Nicolás Romero.
Bajo el modus operandi de robo, extorsión o secuestro, el crimen organizado controla precios y el abasto de alimentos en múltiples estados, como Zacatecas, Tlaxcala, Puebla, Edomex, Guerrero, Michoacán y la Ciudad de México. La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) durante los últimos dos años reportó pérdidas por más de 95 mil millones de pesos a causa de robos, secuestros y extorsión de tráileres y trenes de carga que surten la canasta básica en el centro del país.
En promedio, dicen los empresarios, se cometen hasta 40 robos diarios y, aunque se ha pedido ayuda de las autoridades federales, la Guardia Nacional o el Ejército, ese delito va en aumento. En parte a causa de estos robos y de los ataques de la delincuencia organizada, la inflación aumentó 2%, en perjuicio de la economía familiar.