La posible huelga de tres armadoras de automóviles en Estados Unidos (Ford, Stellantis y General Motors) podría representar para la la región Sureste de Coahuila pérdidas de entre 12 y 14 millones dólares (cerca de 240 millones de pesos).
Antonio Serrano Camarena, analista económico, explicó que el costo se mide en lo que representa para empresas vinculadas con el sector automotriz -ante eventuales paros derivados de la huelga-, detener sus líneas de producción, apagar y volver a encender máquinas, así como las horas muertas de sus trabajadores.
De acuerdo con el especialista, paros de tres semanas no tendrían un impacto en el empleo, sino que el golpe directo sería en la economía a través del consumo, pues se dejaría de tener un ingreso que representa 150 millones de pesos.
Las pequeñas empresas son las que más sufrirían, especialmente la tradicional que tiene años trabajando en el sector, que pidió préstamos durante la pandemia y solicitó después otros nuevos.
La huelga golpearía también a la región Norte de Coahuila, específicamente los municipios de Piedras Negras y Acuña, debido a su integración al 100 por ciento con el mercado estadounidense, pues lo que producen se envía a ese país.
La huelga se desataría en caso de que Ford, GM y Stellantis no alcancen un acuerdo con la organización United Auto Workers respecto a la renovación del contrato colectivo de trabajo.