Dos granadas fueron dejadas en la entrada de la sede del comité ejecutivo estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en Chilpancingo, Guerrero.
Afortunadamente ninguna de las dos granadas explotó, aunque el líder estatal del PRI en Guerrero, Alejandro Bravo, se dijo preocupado por el clima de violencia en el estado y exigió investigaciones y seguridad.
Por medio de un comunicado Bravo señaló que quieren seguridad, no solo en sus instalaciones si no en todas las colonias del estado.
“Exigimos que se brinde seguridad no solo en las instalaciones del PRI, también en otras que puedan ser vulnerables, así como en las colonias de la capital”.
Debido a la emergencia elementos de la policía estatal y Guardia Nacional acordonaron las instalaciones del PRI.