Mientras la corporación policiaca festejaba en una quinta al ritmo de Banda en vivo el fraude del siglo del que fueron participes, un ladrón aprovechó para robar en un jardín de niños privado ubicado en la colonia Año Dos Mil.
De acuerdo a información recabada el muy astuto ladrón corto la energía eléctrica para desconectar las cámaras y de esa manera ingresar a la institución por una ventana.
Ya en el interior, el ladrón se dio tiempo de desmontar tres pantallas y recolectar toda una lista escolar para después salir por la puerta principal y retirarse con los objetos por toda la Av. Juan Pablo II, cargando en su espalda las pantallas como «el pípila» sin que fuera detectado por ninguna patrulla.