Las familias de las víctimas del tiroteo de la escuela primaria Robb Elementary pidieron que cinco policías de la ciudad de Uvalde, Texas sean puestos en licencia administrativa por su inacción en la tragedia, donde fallecieron 19 niños y dos maestras.
La petición se realizó anoche en medio de una acalorada discusión en el Concejo Municipal de Uvalde, reportó este miércoles el medio televisivo KSTA.
En una carta entregada al administrador de la ciudad, Vince DiPiazza, las familias pidieron que los policías Eduardo Canales, Adrián Martínez, Paul Villa, Justin Mendoza y Mariano Pargas sean suspendidos inmediatamente. Los cinco respondieron al incidente ocasionado por el tirador, Salvador Ramos, el pasado 24 de mayo.
Además, se solicitó que se tomen las medidas apropiadas para los policías, de acuerdo a los resultados de la investigación.
La inacción de estos oficiales, junto con otros departamentos de aplicación de la ley, resultó directamente en más pérdidas de vidas, dice la carta divulgada por KSTA.
Las actitudes indiferentes de estos oficiales y el desperdicio de tiempo valioso durante esta crisis fueron un acto de negligencia atroz, asegura el texto.
Canales, comandante del Equipo de Armas y Tácticas Especiales (SWAT) del Departamento de Policía de Uvalde, fue uno de los primeros oficiales en acercarse a la puerta del salón de clases donde Ramos realizó la mayor parte de los asesinatos.
Sobre Mariano Pargas, las familias dicen que fue instruido por su jefe, por teléfono, para establecer un puesto de mando, pero no lo hizo.
Este miércoles, la jueza Catherine A. Mauzy negó una solicitud para hacer públicos los registros del Departamento de Seguridad Pública (DPS) de Texas sobre el tiroteo.
El senador estatal Roland Gutiérrez, que ha sido uno de los funcionarios más críticos sobre cómo el DPS respondió al tiroteo, había buscado el apoyo de la corte para que se revelara la investigación de las acciones de cerca de 100 policías estatales que estuvieron presentes en la escena.
Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció el miércoles que el DPS proporcionará más de 30 agentes a los campus del Distrito Escolar Independiente Consolidado de Uvalde (UCISD) para el nuevo año escolar.
La presencia del DPS fue solicitada por Hal Harrell, superintendente de UCISD, para garantizar que los estudiantes, los padres y el personal escolar se sientan seguros cuando regresen a la escuela.
El UCISD tiene pendiente una reunión para discutir el despido del jefe de policía escolar, Pete Arredondo, que se encuentra suspendido. Harrell recomendó en julio pasado el despido del jefe, que tuvo a cargo la respuesta al tiroteo.
