El divorcio se consuma. Lionel Messi, que anunció el martes a la directiva su intención de salir del Barcelona, no acudió este domingo al centro de entrenamiento azulgrana, donde los jugadores estaban citados para someterse a una prueba de covid-19.
Fundido tras una temporada de pesadilla, entre resultados decepcionantes y varios escándalos, Messi comunicó el martes a través de un burofax (tipo de correo que tiene valor de prueba ante la justicia) que deseaba poner fin a su contrato de forma «unilateral».
El argentino activaba así la cláusula N.24 de su contrato, que le permite salir libre cada año antes del 10 de junio.
Pero el desarrollo atípico de la presente temporada, interrumpida varios meses por la pandemia de coronavirus, es un argumento para dar validez a la cláusula en agosto, según su equipo jurídico.
El resto de la plantilla asistió escalonadamente a las instalaciones de Sant Joan Despí para evitar que coincidieran por si hay algún positivo no se propague en la plantilla.
Jordi Alba y Martin Braithwaite fueron los primeros en llegar. A pesar de que Messi no se presentó, sí lo hicieron los jugadores que no entran en los planes de Ronald Koeman para la próxima temporada. Por ejemplo, Luis Suárez y Arturo Vidal.