Policías y agentes migratorios detuvieron a unos 200 migrantes centroamericanos que habían ingresado a México de forma irregular por el río Suchiate, que separa al país de Guatemala.
Los migrantes fueron detenidos a la altura de Frontera Hidalgo, una localidad situada en el sureño estado de Chiapas, a unos 12 kilómetros de la frontera con Guatemala.
Las Autoridades informaron que los migrantes no opusieron resistencia, porque funcionarios les habían prometido que les brindarían facilidades para obtener la “tarjeta humanitaria”, que permite ingresar legalmente, tener empleo, educación y servicios de salud básicos en territorio mexicano.