Fueron agentes de Seguridad Publica de Allende quienes llevaron a cabo la detención, y aunque le encontraron un arma y varios cartuchos no dieron vista al ministerio público, ya que sus superiores ordenaron dejarlo en libertad después de dialogar con el comandante de la corporación a la que pertenece.
Además, las personas afectadas no presentarían una denuncia ante el temor de que pudieran tomar represalias en su contra, por lo que solo pidieron que se le llamara la atención y amonestara.
Allende, Coahuila, es conocida por las desapariciones de hace años en manos de la delincuencia organizada y hoy en la actualidad el pueblo esta bajo el control de un cartel policiaco que opera con disfraz de policías estatales.