Una organización dedicada al tráfico de personas intenta repetir la operación que realizó en ciudad Acuña, sitio donde invadieron la ciudad con migrantes originarios de Haití.
Los traficantes de personas están llevando a cabo un “operativo hormiga” con el cual ingresan a la frontera de Piedras Negras, Coahuila, migrantes en pequeños grupos, los cuales van desde 10 a 30 personas originarias de los países africanos, y al menos dos grupos un poco más atrevidos los cuales se encontraban conformados por más de 80 personas, cada uno originario de la República de Venezuela.
Los traficantes, con reclutamiento en la Republica de Guatemala, empiezan a subir a las personas y donde incluso viajan niños por el estado sureño de Chiapas, para dirigirlos al estado de Oaxaca y posteriormente al Estado de México, con destino a casas de seguridad ubicadas en los estados de Querétaro y San Luis Potosí.
Todo este traslado en complicidad con agentes del INM, quienes entregan a los migrantes en grandes cantidades la documentación para que estos puedan acreditar su legal estancia en el país, los cuales ingresan directamente en camiones de pasajeros con destino a la ciudad de Saltillo Coahuila, ciudad donde pagan la otra cantidad acordada a los traficantes, para después ser encaminados a la frontera de Piedras Negras.
Otros grupos de migrantes son llevados a la ciudad de Monterrey donde en su mayoría son de países centroamericanos, los cuales posteriormente son enviados a Piedras Negras, pero en situaciones menos cómodas hacia casas de seguridad ubicadas en las colonias Morelos, Buenos Aires, Lázaro Cárdenas, Mundo Nuevo, lugar donde son retenidos por los traficantes mientras pagan su derecho de paso.
Otros grupos de migrantes originarios de Cuba, los cuales entran por Veracruz, son trasladados a un hotel de Polanco ubicado en la Ciudad de México, lugar donde los traficantes al momento de recibir el pago de 10 mil dólares les entregan un amparo para que no sean detenidos y puedan llegar a la frontera recomendada de Piedras Negras.
La complicidad de las autoridades ayuda a que estos grupos puedan seguir operando de una manera muy tranquila, ya que, de acuerdo con investigaciones realizadas por autoridades de Texas en teléfonos móviles decomisados a migrantes, se ha podido rastrear los puertos de entrada asi como mensajes de voz y texto donde se indica como llegar usando los GPS y que decir si alguna autoridad los llega a detener.