Esta semana nos sorprendió que las Chivas anunciaran la incorporación de Oribe Peralta, quien jugaba en el odiado rival, el Club América. Este miércoles la directiva del Guadalajara decidió presentar ante los medios de comunicación al futbolista, pero este reveló la verdadera razón por la que decidió abandonar a las Águilas.
Después de que este martes Oribe Peralta presentará los exámenes médicos y los aprobara, el Rebaño Sagrado decidió hacer la presentación oficial. Ante los medios de comunicación, el futbolista reveló que una de la razones por las que abandonó al América y la Ciudad de México fue por un intento de secuestro a su familia.
“Hubo una situación personal que también me hizo moverme, fue muy fuerte la verdad, pero creo que a muchas personas les pasa esto, entonces no debemos permitirlo, debemos ser más racionales. Fue una amenaza de secuestro hacia mi esposa y mis hijos, no por esa decisión… fue una de las causas que influyó que estuviera acá, pero no fue en su 100 por ciento”, mencionó el futbolista.
Oribe Peralta aceptó que los niveles de violencia que se viven en la CDMX fueron una de las situaciones por las que decidió aceptar la oferta del Club Guadalajara. En la nueva ciudad podrá vivir más tranquilo, ya que el capital del país radicó por cinco años, mismo tiempo que estuvo jugando con el América.
En la presentación del futbolista estuvo presente el CEO de Chivas José Luis Higuera, y el entrenador Tomás Boy. En la misma conferencia, Peralta asumió que su ciclo con las Águilas había terminado. En el último torneo, Oribe estuvo lesionado por lo que se perdió casi todo el Clausura 2019 de la Liga MX.
Oribe Peralta está preparando la mudanza de su familia a Guadalajara, donde vivirá en esta nueva faceta como jugador de las Chivas. El delantero se suma a Oswaldo Alanís y José Antonio Rodríguez, quienes llegan como refuerzos para que Tomás Boy intente salvar del descenso al equipo.
Así que esta es la verdadera razón por la que el delantero renunció al Club América y decidió firma con el odiado rival.
