Los funcionarios fronterizos mexicanos tienen una enorme influencia sobre sus homólogos estadounidenses, lo que hace que los contribuyentes paguen millones de dólares por vuelos chárter, solo para expulsar a la gente del país.
Los inmigrantes de ciertos países están sujetos a la expulsión inmediata de los EU bajo el Título 42, pero México ejerce una autoridad extraordinaria sobre si son expulsados, estableciendo cuotas de cuántos inmigrantes están dispuestos a aceptar en cada área de la frontera.
“En algunos casos, es sector por sector el que tiene acuerdos con el estado mexicano del otro lado de la frontera; algunos solo aceptarán ciertas nacionalidades”, dijo a The New York Times el representante de Texas, Tony Gonzales, cuyo distrito incluye una gran parte de la frontera. Correo.
“También fluctúa, y esta es otra parte de la que nadie habla realmente.
“Aquí es donde el papel del Departamento de Estado es tan crítico, y el departamento de estado realmente no está en acción en todo este asunto”.
Para evitar que las instalaciones en cruces fronterizos concurridos, como El Paso, lleguen al límite, lo que puede llevar a que las personas sean liberadas en los EE. UU. simplemente debido a la falta de recursos, la Patrulla Fronteriza lleva a los migrantes a las partes menos concurridas de la frontera.
El miércoles, The Post fue testigo de dos aviones, uno de ellos un avión comercial de pasajeros propiedad de World Atlantic Airlines, con sede en Miami, cargados con inmigrantes en El Paso, Texas.
Muchos de los pasajeros eran migrantes que habían hecho el viaje a pie hasta la frontera desde países como Venezuela, Nicaragua y El Salvador.
Es probable que algunos nunca hayan estado en un avión antes.
Un avión se dirigía a Laredo, Texas, mientras que un segundo fue fletado a Harlingen, Texas, según los registros públicos de vuelos.
Una vez allí, los migrantes debían ser procesados por guardias fronterizos y luego expulsados de regreso a México.
Los funcionarios federales no respondieron a una solicitud de The Post sobre el costo de dichos vuelos, pero CBS News informó que el costo de cada vuelo oscila entre $ 20,000 y $ 60,000.
Se desconoce cuántos vuelos se han alquilado en total, pero las fuentes dijeron que varios vuelos han estado saliendo del oeste de Texas todos los días desde fines de marzo hacia los puntos de control en el suroeste, lo que hace que una estimación conservadora del costo solo en abril sea de al menos $ 1.2 millones.
Los inmigrantes de Cuba, Guatemala, Haití y Honduras también serán procesados y luego enviados de regreso a través de la frontera bajo el Título 42.
Cuando esto sucede, se registran sus estadísticas vitales y Aduanas y Protección Fronteriza tienen un registro de cuántas veces una persona ha intentado cruzar la frontera.
Los infractores reincidentes son deportados aún más, incluso de regreso a sus países de origen, según las fuentes.
También se sabe que las autoridades mexicanas muestran sus músculos.
Después de que un migrante venezolano iniciara un incendio el 27 de marzo que encendió un colchón en su celda en un centro de detención de inmigrantes de Ciudad Juárez, las autoridades solicitaron que los venezolanos que habían cruzado a los EE. UU. directamente al norte de El Paso no fueran devueltos a Juárez.
Ya no querían tratar con los venezolanos”, dijo a The Post una fuente que habló bajo condición de anonimato.
“Para el domingo después del incendio salían vuelos con venezolanos a Arizona y California”.
El incidente de Juárez se convirtió en una desgracia internacional después de que una investigación revelara que un oficial de inmigración mexicano ordenó a los guardias que no liberaran a los migrantes que luego murieron encerrados en celdas llenas de humo.
En los días posteriores al infierno fatal, miles de inmigrantes asustados se entregaron a la Patrulla Fronteriza, lo que llevó a más vuelos chárter para hacer frente a la afluencia.
En otro incidente, los funcionarios mexicanos se negaron a retirar venezolanos de la Patrulla Fronteriza en octubre pasado, horas después de que el presidente Biden anunciara que Estados Unidos comenzaría a expulsar venezolanos bajo el Título 42.
“La Patrulla Fronteriza trabajó con las autoridades mexicanas para enviar a unas 100 personas, pero México las envió de regreso”, compartió Gonzales con The Post en ese momento.
“Básicamente, dijeron que todavía no tenemos la logística ni la infraestructura para manejar a estas personas… eso fue un gran fracaso”.
Además de la confusión, no todos los migrantes reciben el mismo trato en la frontera.
A pesar de que Biden anunció que todos los ciudadanos de cuatro países que han estado inundando la frontera tendrían que presentar una solicitud a través de una aplicación y tener sus documentos en orden antes de ser admitidos en los EE. UU., los refugios en El Paso están al límite para albergar a personas de esos países.
Muchos dijeron que acababan de probar suerte y los dejaron cruzar.
“No van a poder detener [los cruces de migrantes]. Tendrían que idear un plan que funcione para los EE. UU. y que beneficie a los migrantes”, dijo la venezolana María Ángel José a The Post.
Para empeorar las cosas, el Título 42 expirará el próximo mes, y múltiples fuentes fronterizas dicen que ya se están preparando para un maremoto de miles de personas que intentan cruzar.
