El partido Revolucionario Institucional y su militancia dedicaron el altar de muertos a el ex alcalde municipal, ex candidato a la Diputación federal por el PRI Fernando Purón Johnston y a la líder nata de la colonia Cumbres Rosario Elizalde.
Raúl Vela Erhard, presidente del partido dijo que se dedica el altar de muertos a un gran líder era un hombre institucional que cumplió todo lo que propuso por el bien de la ciudad.
Fueron sus padres Don Luis Alfonso Purón y María Johnston de los Santos era el menor de cuatro hijos, Luis Alfonso, María Laura y Jorge Ramón.
Fernando Purón sufrió la pérdida de su padre a los 16 años y tuvo que hacerse cargo de sus negocios que marco el rumbo que habría de tomar su vida.
Desempeño varios cargos como funcionario, fue consejero de la Camara Nacional de Comercio, fue director de Ecología después estuvo a cargo de la Plaza de las Culturas y director de Obras Públicas, hasta llegar a la presidencia municipal con un mandato de cuatro años por el PRI.
Asimismo Cynthia Villarreal de Purón agradeció a la dirigencia del PRI y su militancia así como a sus amigos, todos ellos ex dirigentes del partido, este homenaje que le hacen a Fernando al dedicarle el altar de muertos.
Me siento muy contenta de contar con su amistad de todos ustedes por recordar a Fernando, de todo lo que él hizo, era un hombre muy trabajador que siempre cumplía lo que se proponía, fue un presidente municipal de las 24 horas del día los siete días de la semana y durante los cuatro años que estuvo al frente del ayuntamiento.
Relató que al conocer a Fernando Purón lo hizo cuando se formaron los consejeros seccionales del partido, a el le correspondía el seccional 598 del cual era su suplente, ahí no me imaginaba el trabajo que representaba ser consejero del partido.
El adoptó distinguirse como Fernando El Chambeador y así lo identificó la gente hasta hoy como el chambeador, el mas trabajador que no se detenía ante nada.
Nunca me imagine que hacer campaña incansable todos los días representaba para mi días agotadores, pero nunca me raje, siempre lo apoye y me decía, “si así es la luna de miel, como será el matrimonio”.
Ese era Fernando Purón un gran trabajador, luchón que nunca dejaba a nadie a su suerte, a todos ayudaba, todo el que se acercaba a pedirle ayuda de alguna manera, le ayudaba y es así como lo recuerda la gente y les pido que lo sigan recordando así.