El Ministerio de Salud ruso informó que el Centro de Microbiología y Epidemiología Gamaleya ya elaboró la primera partida
Moscú.- El Ministerio de Sanidad de Rusia anunció que ya se produjeron las primeras dosis de la vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2, que ocasiona la enfermedad Covid-19, registrada con el nombre de Spútnik V y que se comercializará en el país.
«Ha sido producida la primera partida de la vacuna elaborada por el Centro de Microbiología y Epidemiología Gamaleya del Ministerio de Sanidad de Rusia», indicó en un comunicado.
Actualmente, Rusia acumula 917 mil 884 casos de coronavirus y 15 mil 617 fallecimientos por esta enfermedad.
Anteriormente, el director del Centro Gamaleya, Alexandr Ginzburg, indicó que a partir de diciembre o enero de 2021 el país producirá mensualmente cinco millones de dosis de la vacuna, para cubrir toda las necesidades a lo largo del año.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió con cautela la noticia de que Rusia había registrado la primera vacuna del mundo contra el Covid-19, señalando que ésta, como el resto, deberán seguir los trámites de precalificación y revisión que marca el organismo.
La vacuna rusa no figuraba entre las seis señaladas por la OMS que estaban más avanzadas, como las desarrolladas por laboratorios chinos, dos estadunidenses (de las farmacéuticas Pfizer y Moderna) y la británica desarrollada por AstraZeneca en colaboración con la Universidad de Oxford.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ayer acusó que Rusia «se ha saltado ciertos ensayos» a la hora de desarrollar la vacuna, y aseguró que su país no hará lo mismo.
«No sabemos mucho sobre ella, esperamos que funcione, de verdad, esperamos que funcione. Se han saltado ciertos ensayos, y nosotros creemos que es importante seguir todo el proceso», dijo Trump, en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
El director de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, Francis Collins, llegó a comparar con una «ruleta rusa» la decisión de los desarrolladores de la vacuna en Rusia de saltarse lo que describió como «partes fundamentales» del proceso de aprobación.