Se trata de aeronaves utilizadas en operaciones de seguridad y combate al crimen organizado, que están por culminar sus años de vuelo.
Ciudad de México.- Se trata de aeronaves utilizadas en operaciones de seguridad y combate al crimen organizado, que están por culminar sus años de vuelo
La dependencia busca, además, proveedor para reparar fuselajes y sistemas de comunicación de al menos otros 12 helicópteros, cuyas piezas las declara “obsoletas”.
Las convocatorias, publicadas en el sistema electrónico de información en materia de contrataciones Compranet, están dirigidas a proveedores nacionales e internacionales con fechas de inicio a partir de los primeros cinco meses del próximo año. Los costos de mantenimiento y reparación serán cubiertos con recursos del programa anual de adquisiciones, arrendamientos y servicios de 2023 de la Sedena.
Además, tanto los proveedores como las refacciones deberán cumplir con las normas y regulaciones internacionales.
Los helicópteros se encuentran activos en el inventario del Escuadrón Aéreo 303 y fueron modernizados por última vez en 2014, cuando la Fuerza Aérea Mexicana firmó un contrato con la empresa NARP de Rusia para su reparación. Los helicópteros modernizados fueron entregados en enero de 2015 y con esa intervención se encontraban aptos para volar dos mil horas u ocho años, es así que ahora se acercan a la fecha en la cual se necesita de su mantenimiento.
De acuerdo con la información, a la que El Sol de México tuvo acceso, la institución no tiene la capacidad técnica para realizar los trabajos, por lo que requiere la contratación de expertos para tener un funcionamiento óptimo y seguro de las aeronaves.
De enero de 2018 a noviembre pasado se registraron al menos cuatro accidentes de helicópteros militares, con un saldo de 35 víctimas fatales. En el último de ellos, el secretario de seguridad de Aguascalientes, Porfirio Javier Sánchez perdió la vida el pasado 17 de noviembre, junto a otros tripulantes más.
Un mes antes, en octubre, un helicóptero de la Armada se estrelló en el municipio de Centla, en Tabasco, mientras realizaba un vuelo de reconocimiento; tres personas murieron.
De los episodios de los últimos cinco años, que han cobrado más vidas destaca el sucedido en julio pasado en Los Mochis, Sinaloa, donde 14 infantes de marina murieron cuando el helicóptero Black Hawk en el que viajaban se desplomó. Las autoridades reportaron la noticia en el mismo comunicado en el que informaron la detención del narcotraficante Rafael Caro Quintero, aunque la Armada especificó que el accidente ocurrió por falta de combustible en la aeronoave.
Asimismo, al menos 13 personas, incluyendo tres menores de edad, murieron cuando un helicóptero militar se estrelló en Jamiltepec en febrero de 2018, mientras se aproximaba para su aterrizaje a un terreno baldío. En la aeronave iban el secretario de Gobernación de México, Alfonso Navarrete, y el gobernador del estado de Oaxaca, Alejandro Murat, quienes sobrevivieron al accidente. En el momento se reportaron 15 personas heridas.
De acuerdo con el análisis realizado por el Comité de Seguridad Operacional de Helicópteros, entre las principales causas que contribuyen a los accidentes de este tipo de aeronaves está el mantenimiento de las mismas, además de los aspectos psicológicos, como la depresión, el estrés y la fatiga, por parte de la tripulación, así como la toma de decisiones y la capacitación.
El análisis, realizado a 55 accidentes que se registraron entre 2013 y 2019, ubica, además, el ambiente y la actuación del personal en tierra, como motivos de accidentes.