En menos de 24 horas, la sociedad estadounidense se vio golpeada por dos tiroteos masivos que causaron estragos y que volvieron a poner la venta de armas en el centro de la polémica.
Esta madrugada 10 personas murieron en Dayton, Ohio, luego de que horas antes pero en Texas un joven disparara contra la multitud en una zona comercial de El Paso, Texas, y asesinara a 20 personas.
El tiroteo en el distrito de Oregon comenzó en torno a la una de la madrugada, según indicó la Policía local, que señaló además que los agentes habían podido “ponerle fin rápidamente”.
El sospechoso murió baleado por los oficiales que respondieron al aviso. Al menos 16 personas heridas fueron trasladadas al hospital Miami Valley.
“Hay 10 fallecidos. 16 personas fueron trasladadas con heridas al hospital cuyo estado desconocemos”, confirmó al respecto el teniente coronel Matt Carper. “Afortunadamente contábamos con muchos agentes en las inmediaciones cuando comenzó el incidente así que la violencia duró poco tiempo. Es un incidente muy trágico y estamos haciendo todo lo posible para investigarlo e intentar identificar el móvil”.
Hasta ahora, la Policía cree que solo un tirador participó del ataque pero no identificó al responsable ni sus motivos. Sí aseguró que el sospechoso utilizó un arma larga e hizo varios disparos. Además instaló un centro de asistencia familiar en el Centro de Convenciones de Dayton.