Mila, la chica que trabajó para Ana María contó que en este programa, ganó 700 dólares (casi 14 mil pesos mexicanos).
Por Agencias
Ciudad de México.- “Caso cerrado” es uno de los programas estelares de la cadena hispana Telemundo, conducido por Ana María Polo González, abogada y presentadora de televisión cubana-estadounidense con un doctorado en Derecho. Es por mucho sabido que dicho programa es puro show y todos los “demandantes” y “demandados”, son personas comunes a quienes les pagan entre 200 y 400 dólares por actuar en uno de los casos presentados en la corte de la Doctora Polo.
Una mujer quien reside en Miami, Florida (Estados Unidos), cuyo nombre de usuario en TikTok es @milamila2.2, contó la gran farsa detrás de “Caso cerrado”. A través de una serie de videos en la red social antes mencionada, contó a sus miles de seguidores: “si creías que ‘Caso cerrado’ era de verdad, pues no, es pura actuación y contratan personas comunes y corrientes como tú y yo para que hagan un guion que se prepara el mismo día, te lo aprendes en tres horas y sales y lo haces como que medio aprendido, medio improvisado”.
En el programa que esta mujer estuvo, fue la demandante y la Doctora Polo falló a su favor, “lo gocé”, expresó.
Contó que a las personas que actúan en “Caso cerrado”, la producción les paga entre 200 y 400 dólares, “te pagan dependiendo de tu caso y lo que hagas”. Hay participantes que no viven en Miami, Florida (ciudad donde se graba el show de Telemundo) y ante esto, el equipo de producción les paga vuelo, hospedaje y comida: “además le pagan por participar”.
La primera vez cuando formó parte de “Caso cerrado” le pagaron 350 dólares, sin embargo, no pudieron grabar el programa por unos problemas que había en el estudio. Ante esto debieron regresar otro día y a ella, le volvieron a pagar la misma cantidad de dinero, en total por su “falsa demanda” en este programa, ganó 700 dólares (casi 14 mil pesos mexicanos).
Asimismo contó que cuando están con los guionistas y productores del programa, les preguntan a los participantes sobre su vida y con base a lo que les cuentan, crean las historias que se muestran en “Caso cerrado”.
En un solo día se llegan a grabar hasta ocho casos y cada uno de estos, tiene un guionista y productor diferente. A las personas del público les pagan 50 dólares por estar ocho o hasta 10 horas sentados y en cada caso, los cambian de lugar; en el caso de los “testigos” reciben un pago de 200 dólares.
