El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a colocar a la Agencia Antidrogas (DEA) en el centro del escenario diplomático con México, en un momento crítico en que ambos países negocian un acuerdo de seguridad integral. Esta maniobra busca incrementar la presión sobre la presidenta Claudia Sheinbaum.
Se trata de una estrategia recurrente en la forma de negociar de Trump: ejercer presión desde el máximo nivel para obtener mayores concesiones, esta vez mediante el uso simbólico de la DEA. Para México, la agencia ha sido históricamente vista como un actor complejo, recordando episodios como el operativo en el que murió Arturo Beltrán Leyva en 2009 y el controvertido proceso contra el exsecretario de Defensa Salvador Cienfuegos.
Analistas señalan que este anuncio llega en un momento en el que ambos gobiernos buscan definir una nueva relación en materia de seguridad, con México manteniendo su postura de respeto a la soberanía y apego al derecho internacional.
