Durante su campaña, el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, propuso bombardear objetivos de cárteles mexicanos, a los que culpa de la crisis de fentanilo que ha causado más de 300 mil muertes por sobredosis en cinco años.
Tim Kennedy, exmilitar cercano a Trump, afirmó que la estrategia incluirá acciones diplomáticas, militares y económicas, con operativos especiales contra los cárteles, a quienes comparó con Al Qaeda por su poder y financiamiento.
De acuerdo con la columnista Anabel Hernández, periodista mexicana, la designación de cárteles como grupos terroristas permitiría imponer sanciones económicas y justificar intervenciones.
Kennedy advirtió que el gobierno mexicano será presionado para colaborar, y destacó casos de corrupción como los de Genaro García Luna y autoridades estatales, señalando que todos los involucrados en el tráfico de drogas deberán rendir cuentas.
La columnista señala que en este contexto, México sigue inmerso en una violenta guerra entre cárteles, exacerbada por conflictos internos y la permisividad de gobiernos pasados y actuales.
Trump planea aplicar una política más agresiva y sin precedentes contra el narcotráfico, lo que podría tener profundas implicaciones para la relación bilateral, concluye.