El aire contaminado mata a siete millones de personas cada año y los gobiernos deben garantizar la salud de los ciudadanos, advirtió el relator especial sobre derechos humanos y el medio ambiente de la ONU, David Boyd.
En vísperas del Día Mundial del Medio Ambiente el 5 de junio, Boyd afirmó en un comunicado que la contaminación del aire “es un asesino silencioso, invisible y prolífico responsable de la muerte prematura de siete millones de personas cada año”.
Además, comentó, su acción afecta de manera desproporcionada a las mujeres, los niños y las comunidades pobres.
Boyd recordó que el derecho a un medio ambiente sano está reconocido legalmente por más de 150 Estados, por lo que se deben tomar medidas urgentes para mejorar la calidad del aire y cumplir con esta obligación.
“El aire limpio es un componente central del derecho a un ambiente saludable, junto con agua limpia y saneamiento adecuado, alimentos saludables y producidos de manera sostenible, un ambiente no tóxico, una biodiversidad saludable y un clima seguro”, dijo.
Según el relator, “hay numerosas historias de éxito en cuanto a la reducción drástica de la contaminación del aire en todo el mundo, incluida China”.