Por: Arturo Ortiz Mayén
Todos los días ingresan al país cientos de toneladas de precursores químicos para elaborar drogas sintéticas, esas que cada vez son más potentes, adictivas y mortales.
Al igual que ocurre en la frontera sur, los puertos del país son un gran hoyo por el que ingresan todo tipo de sustancias, debido a la incapacidad técnica y humana para hacer revisiones más amplias a los contenedores que llegan del extranjero.
Hace unos días la investigadora María Salguero me comentó que de acuerdo con datos oficiales solo se revisa el 10 por ciento de los contenedores que llegan a los puertos de nuestro país.
En los hechos, el porcentaje de revisión puede ser mucho menor.
Para tener un control total en Manzanillo, Colima, que es el tercer puerto más importante de América Latina, diariamente tendrían que revisar 8 mil 200 contenedores, lo que es prácticamente imposible, explicó María Salguero, quien es la creadora del mapa nacional del feminicidio.
Para darnos una idea del tráfico en los puertos del mundo, el de Manzanillo tiene un tráfico anual de tres millones de contenedores mientras que el número uno del mundo, Shangai, tiene un tráfico de 42 millones de contenedores al año.
Una gran cantidad de esos contenedores enviados desde Asia llegan a los puertos en México, principalmente a Manzanillo y Lázaro Cárdenas, en Michoacán.
Así están llegando toneladas de precursores químicos, principalmente fentanilo, un opiaceo 50 veces más poderoso que la heroína y 100 veces más que la morfina.
El fentanilo se inyecta, pero también se aplica en parches y se toma en pastillas.
En Estados Unidos es considerada una sustancia altamente mortal, en México aún no hemos analizado el alcance de esta droga que muchas veces se mezcla con la heroína o se vende como sustituto porque es un polvo blanco muy similar y se parece también a la cocaína.
La DEA asegura que el fentanilo proviene, sobre todo, de México, donde las autoridades han desmantelado varios laboratorios clandestinos.
Hasta ahora se ha considerado que nuestro país es punto de paso, pero como ocurrió con la mariguana y la cocaína, en unos años, esa droga será la causante de un alto número de muertes en nuestro país.