El Gobierno de Estados Unidos presentó ayer una demanda contra el estado de Texas por una polémica orden emitida por el gobernador republicano, Greg Abbott, que prohíbe transportar a inmigrantes que hayan cruzado la frontera de forma irregular.
La querella, presentada ante la Corte del Distrito Occidental de Texas, con sede en El Paso, sostiene que la decisión del Gobernador “interfiere” con las obligaciones del Gobierno y “obstruye” acuerdos con otras organizaciones.
El decreto firmado por Abbott insta a los agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas a detener e inspeccionar cualquier vehículo en el cual sospechen que se está transportando a inmigrantes indocumentados, y los autoriza a incautar aquellos vehículos que lo estén haciendo.
El fiscal general de EU, Merrick Garland, advirtió a Abbott en una carta que la orden ejecutiva “viola la ley federal en numerosos aspectos, y Texas no puede hacer cumplir legalmente la orden”.
Abbott defendió que su orden a las agencias policiales de Texas tiene el propósito de impedir el transporte privado de migrantes indocumentados que, según el gobernador, presentan un riesgo a la salud pública, ya que pueden ser portadores del coronavir