Un grupo de seis migrantes hondureños y venezolanos intentaron cruzar a los Estados Unidos por el río Bravo a la altura del puente negro del ferrocarril, en la colonia Morelos de Piedras Negras.
Tras notar esto, las autoridades mexicanas y americanas trataron de convencer a los migrantes para que regresaran al lado mexicano, pero estos se aferraron y se quedaron en medio del río en una isleta para que no fueran asegurados, sin importarles el riesgo por lo fuerte de la corriente y lo crecido de la corriente. Además de lo frío del agua.
Luego de casi una hora y de dialogar ambas autoridades con los migrantes (dos mujeres y cuatro hombres), lograron convencerlos y fueron asegurados por las autoridades norteamericanas para ser repatriados a México y después a su país de origen.
Seguirán los operativos coordinados de autoridades de ambas fronteras para evitar que migrantes crucen a los Estados Unidos por el río Bravo.