Medios revelaron que los guardacostas no contaban con una orden de registro y que el buque operaba con bandera panameña y propietario chino
Washington.- La Casa Blanca defendió la legalidad del abordaje por parte de la Guardia Costera de EU al petrolero ‘Centuries’ en aguas cercanas a Venezuela, argumentando que transportaba petróleo venezolano sancionado. La acción, que Caracas denunció como un “acto de piratería”, amplía la tensión bilateral y se produce pese a que el buque no figura en listas oficiales de sanciones.
La portavoz adjunta de la Casa Blanca, Anna Kelly, declaró en la red social X que el buque era parte de la llamada “flota en la sombra” venezolana.
“Transportaba petróleo de PDVSA bajo sanciones y es un navío de falsa bandera […] para traficar con crudo robado y financiar el régimen narcoterrorista” de Nicolás Maduro.
Estas declaraciones responden a informes de medios como el New York Times y el Washington Post, que cuestionaron el fundamento legal de la operación. Según estas fuentes, el ‘Centuries’ tiene bandera panameña y está vinculado a un comerciante con base en China.
Un abordaje bajo la figura del “derecho de visita”
La operación presenta diferencias clave con el abordaje previo del petrolero ‘Skipper‘ en diciembre. A diferencia de este, el ‘Centuries’ no estaba sancionado por la OFAC y los guardacostas no tenían una orden de registro específica.
Fuentes oficiales estadounidenses citadas por el Washington Post explicaron que la acción se ampara en una ley marítima conocida como “derecho de visita”, que permite a un buque de guerra inspeccionar otro por sospecha de actividades ilícitas.
Venezuela denuncia “robo” y anuncia acciones internacionales
El gobierno de Nicolás Maduro condenó enérgicamente la incursión. En un comunicado oficial, la acusó de ser un “robo” de activos y un “secuestro” con “desaparición forzada de la tripulación” en aguas internacionales.
Las autoridades venezolanas calificaron el hecho como “piratería” y una violación del Derecho Internacional. El ejecutivo anunció que “ejercerá todas las acciones correspondientes” para evitar la impunidad, incluyendo una denuncia ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Este incidente agrava la disputa sobre la exportación de crudo venezolano y marca un nuevo capítulo en la presión estadounidense sobre la industria petrolera de Caracas.
Con información de Europa Press

