Vecinos de calle Diaz, donde vivía el asesino de Uvalde, Salvador Ramos, junto con su abuelita, dijeron a medios que escucharon balazos en el domicilio y luego vieron como la mujer salió de casa en busca de ayuda.
Ella traía un balazo en la frente y decía algunas cosas que era difícil entender, dijo Jesse Romo, vecino de la casa de la mujer.
Luego el asesino recorrió tres cuadras para llegar a la escuela y causar la masacre.
Los vecinos cuentan que Ramos era estudiante de High School y que tenía más de un año que había cambiado de comportamiento, daba signos que algo malo pasaba con él.
Personas que lo conocieron dijeron que inclusive ya había amenazado a algunos compañeros, pero nunca esperaban que cometiera un crimen de esta magnitud.
La abuelita fue llevada en estado crítico a un hospital de San Antonio, y según el último reporte de las autoridades, aún estaba con vida.