Piedras Negras, Coahuila – El alcalde de Piedras Negras, Jacobo Rodríguez, ha puesto en la mira a los reporteros y sus familias que lo incomodan, generando una alarmante preocupación por la libertad de expresión en la región norte de Coahuila. Rodríguez, quien en el pasado ha estado vinculado con personajes de la delincuencia organizada en su juventud, parece haber aprendido lecciones de intimidación que ahora aplica en su papel como funcionario público.
Desde su llegada a la alcaldía, Rodríguez ha encontrado formas de amedrentar a las familias de los reporteros, especialmente a aquellos que se atreven a cuestionar su gestión. Este comportamiento no solo afecta la labor periodística, sino que también pone en riesgo la seguridad de quienes ejercen su derecho a informar. En un entorno donde la libertad de expresión debería ser protegida, el alcalde parece optar por el silencio a través de amenazas veladas.
En las conferencias matutinas, conocidas como “mañaneras”, Rodríguez se enfrenta a un grupo de reporteros. Sin embargo, de los 15 espacios disponibles, 12 son ocupados por periodistas de los llamados “copia y pega”, quienes no realizan preguntas incisivas debido a la falta de preparación y experiencia. Esto crea un ambiente en el que solo unos pocos, como el reportero que se atreve a cuestionarlo, se arriesgan a represalias. Quienes se atreven a desafiar al “Divo de Piedras Negras” no solo enfrentan la posibilidad de perder su trabajo, sino que también ponen en peligro a sus familias, ya que el alcalde ha demostrado que puede utilizar su influencia en las redes sociales para revelar información privada, exponiendo a los comunicadores a agresiones directas.
En un reciente episodio, Rodríguez se quejó en sus redes sociales de las acusaciones realizadas por su ex secretario del Ayuntamiento, Ignacio García, responsabilizándolo de cualquier eventualidad que pudiera ocurrirle a él o a su familia. Esta actitud de victimización parece ser un intento de desviar la atención de las críticas que se está llevando su administración.
Durante la última mañanera, Rodríguez acusó al medio informativo “Rancherita del Aire” de llevar a cabo una campaña de desinformación, afirmando que esto crea una psicosis colectiva en su contra y en contra de su administración. Sin embargo, lo más preocupante fue que el alcalde publicó en sus redes sociales información personal sobre el reportero de la Rancherita, incluyendo datos sobre sus hijos, lo que representa un ataque directo y peligroso contra la familia del comunicador.
Este tipo de acciones no solo comprometen la integridad de los periodistas, sino que también socavan la democracia y la libertad de expresión en general. Se espera que las organizaciones estatales, nacionales e internacionales de prensa se pronuncien y brinden apoyo al comunicador afectado, así como a todos aquellos que enfrentan amenazas por ejercer su derecho a informar. La situación en Piedras Negras es un recordatorio de que la libertad de expresión debe ser defendida y protegida, especialmente ante figuras de poder que intentan silenciarla mediante la intimidación.