América no jugó bien, pero le bastó con la derrota por la mínima ante Cruz Azul para avanzar a las semifinales en la Liguilla.
El tiempo fue el elemento clave de este partido. Primero Cruz Azul apurado por marcar y acercarse a la eliminatoria, después el América pidiendo el sibatazo sobre la hora para amarrar su pase.
A final de cuentas, las Águilas se convirtieron en el tercer semifinalista del Clausura 2019, tras caer ante la Máquina 1-0 pero llevándose el global 3-2.
Durante la primera parte se mantuvo un guión que muchos pronosticaban. El Cruz Azul tomando la iniciativa desde el silbatazo y el América esperando con muchos hombres atrás.
Durante los primeros 20 minutos, la Máquina fue dueña de la cancha, buscaron hacer daño con Roberto Alvarado que era el armador del equipo, sin embargo el hombre más peligroso de los celestes, Jonathan Rodriguez, salió muy participativo pero sin puntería.
El Cabecita tuvo tres oportunidades en el área azulcrema y en todas ellas sus disparos terminaron muy lejos del marco de Agustín Marchesín.
Pasaron los minutos y el América renunció al ataque. En 40 minutos no registraron ningún disparo a puerta y se dedicaron a defender ordenadamente en el último tercio de la cancha.
Con el tiempo encima, la Máquina siguió insistiendo en el marco de los azulcremas, la más peligrosa fue de Orbelín Pineda que con una gran jugada quizo sorprender a Marchesín que estaba un poco adelantado, sin embargo con un manotazo salvó su portería y la esférica terminó en el travesaño.
Los primeros 45′ fueron de la Máquina, tristemente para ellos el objetivo que era el gol no se presentó y ahora el tiempo era factor determinante.
Durante el medio tiempo sucedió algo curioso, los organizadores del club cementero ofrecieron un espectáculo chino con algunos dragones, esto con el propósito de alejar las malas vibras… lo increíble es que les funcionó.
Apenas en la reanudación el Cruz Azul por fin pudo abrir el marcador en los pies de Cabecita Rodríguez, quien recibió la pelota de espaldas en la media luna del área, se pudo dar la vuelta y fusiló de pierna derecha para vencer al guardameta argentino.
Con esto, ambos equipos movieron sus piezas. Por el América entro Oribe Peralta en lugar de Nico Castillo, mientras que por los celestes entró Édgar Méndez por el autor del gol Jonathan Rodríguez.
Con el nerviosismo, el Cruz Azul bajó un poco las revoluciones aunque se mantuvo como el equipo que proponía en la cancha. El América se animó a atacar con Peralta e Andrés Ibargüen sin encontrar recompensa. Los cementeros hicieron otro cambió, entró el saltillense Misael Domínguez por Orbelín Pineda.
El grito de gol de las Águilas se ahogó al 82, ya que Peralta fue sorprendido en fuera de lugar tras su disparo.
Los últimos minutos fueron cardiacos, la Máquina volcada al frente y dejando espacios para el contra ataque. Los azulcremas aguantaron comiéndose las uñas del nerviosismo, pero el silbatazo fue la música que esperó el americanismo para mantener la hegemonía.
América tendrá que esperar el partido entre Monterrey y Necaxa para conocer a su rival en las semifinales.
