El cierre parcial del gobierno federal de Estados Unidos -denominado shutdown- ya está dejando impactos económicos visibles. Cada semana cuesta unos 15 mil millones de dólares, lo que representa entre 0.1 y 0.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Este paro afecta distintos sectores: suspensiones de servicio en agencias, retrasos en trámites, pagos de empleados federales y aumento de volatilidad en los mercados financieros.
La Secretaría de Comercio de EE. UU. advirtió que, si el cierre se extiende, podría reducirse el consumo de los hogares hasta en 30 mil millones de dólares mensuales, al paralizar empleos y frenar sectores dependientes del gasto del gobierno.
También hay efectos previsibles en servicios sociales: programas de salud, asistencia alimentaria y monitoreo ambiental se volverán más lentos o interrumpidos.
El gobierno y el Congreso aún no llegan a un acuerdo. Los demócratas han condicionado la reapertura a que no se recorten presupuestos a Medicaid y al Obamacare.