Autoridades militares han confirmado este domingo que los restos humanos hallados el pasado viernes en Killeen, Texas, donde se encuentra la base de Fort Hood, son los del joven soldado Gregory Morales, desaparecido cerca de allí en agosto de 2019.
Se trata de la misma base militar donde también desapareció en el pasado mes de abril, la soldado Vanessa Guillén, cuyo paradero aún resulta desconocido.
Los restos de Morales fueron descubiertos en un campo cerca de Florence Road el viernes por la mañana, luego de que agentes especiales del Comando de Investigación Criminal del Ejército recibieran información sobre la ubicación del cuerpo.
Las autoridades aseguran que la muerte de Morales es “sospechosa” y ofrecen hasta 25,000 dólares a “cualquier persona con información creíble sobre las circustancias” de la misma.
Morales estaba a punto de salir del Ejército cuando desapareció. Fue visto con vida por última vez la noche del 19 de agosto, conduciendo un auto privado, mientras que un último “contacto verbal” con él se registró al día siguiente. En esos momentos tenía 23 años.
Los investigadores responsables del caso agregan que no tienen elementos para pensar que el caso de Morales y el de Guillén tengan algo que ver.